18 de diciembre de 2013

EL DINOSAURIO GRUÑÓN

Había una vez un dinosaurio muy gruñón, se llamaba Mauricio. Un día se enojó tanto que se fue de su casa y se llevó los juguetes.
Estaba buscando un refugio y no lo encontró. Se empezó a hacer de noche, encontró un árbol, entonces se durmió porque estaba cansado de buscar el refugio.
Al día siguiente al salir el sol buscó comida, encontró galletitas, leche y huevo, se preparó el desayuno. 
Se sentía feliz de ya no enojarse y vivió feliz.
FIN
EMILIO